Justo en la frontera de tu mente despierta, ahí está… otro tiempo. Donde la oscuridad y la luz son uno. Y mientras pisas por los pasillos de la cordura, te sientes muy contento de estar incapacitado para ir más allá. Traigo un mensaje desde otro tiempo…

Sobre una base de sintetizadores, este mensaje robotizado abría el álbum Time de la ELO. Corría el año 1981 y este trabajo conceptual nos transportaba hasta el flamante siglo XXI, presentado como una época deshumanizada donde los robots eran capaces de sustituir a las personas.

El protagonista de la historia tejida por Jeff Lynne viajaba en el tiempo hasta el año 2095, quedando allí a la vez perplejo y preocupado por el futuro de la humanidad. “Se supone que todo debía ser futurista y absurdo, aunque ninguna de esas ideas han sido refutadas todavía”, decía el compositor inglés. Deberemos esperar 80 años para saber si Lynne estaba o no en lo cierto. Los que puedan, claro.

ELO spaceship

La ELO galáctica había despegado en 1977 con la publicación del doble álbum Out of the Blue, que elevó su rock sinfónico hasta el número 4 de las listas británicas y estadounidenses en una época marcada por la idolatría hacia la ciencia ficción.

Películas como 2001: Una odisea del espacio, La guerra de las galaxias o Encuentros en la tercera fase contribuyeron enormemente a la fiebre espacial del momento y beneficiaron a los trabajos musicales contemporáneos con temática futurista. I Robot, el segundo álbum de The Alan Parsons Project, por ejemplo, se publicó casualmente la semana del estreno de Star Wars, también en 1977. De la noche a la mañana los robots se convirtieron en la última moda y el álbum de APP era el único en las tiendas con una portada robótica. Un acierto de los diseñadores de Hipgnosis, que se sirvieron de la terminal 1 del aeropuerto Charles de Gaulle (Roissy) de París para confeccionar la misma.

I Robot (Roissy airport, Paris)

Inspirado en parte en una novela de Isaac Asimov y aún contando con el beneplácito del escritor, I Robot tuvo que prescindir de una coma en su título para no perjudicar los derechos de autor de la obra, que habían sido cedidos a una compañía cinematográfica. Las letras que Eric Woolfson escribió para el álbum ahondan en el grado en que los seres humanos podemos o no ser pre-programados y actuar de una manera robótica, así como en los peligros de un desarrollo incontrolado de la inteligencia artificial, con la consecuente esclavitud de la humanidad por parte de androides omnipotentes.

The voice (La voz)

Es casi una sensación que puedes tocar en el aire. Miras a tu alrededor pero no hay nadie. Ha pasado mucho tiempo desde que te diste cuenta de que alguien te está mirando (Va a atraparte). Tarde o temprano, cuando lleguen tus grandes oportunidades, buscarás el botín, pero no lo habrá. Recuerda antes de pillar el dinero y correr que alguien te está mirando (Va a atraparte). Antes de que corras y te escondas, él te atrapará. No tienes elección porque no puedes escapar de la voz.

Saltando sobre las sombras que vienen desde atrás, asustado por la oscuridad que hay en tu mente. Tienes miedo de moverte por lo que podrías encontrar: que alguien te está mirando (Va a atraparte). Antes de que corras y te escondas, él te atrapará. No tienes elección porque no puedes escapar de la voz.

(The Alan Parsons Project – I Robot – 1977)

El concepto de este trabajo musical venía aclarado en la carpeta interior del vinilo:  “La historia de la aparición de la máquina y el declive del hombre, que, paradójicamente, coincidió con su descubrimiento de la rueda… y una advertencia de que su breve dominio de este planeta probablemente vaya a terminar, porque el hombre trató de crear al robot a su imagen y semejanza”.

Esta profecía casi bíblica se remarcaba con el tema instrumental que cerraba el disco, Genesis Ch1 v32, habida cuenta de que el capítulo primero del libro del Génesis finaliza con el versículo 31: “Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera. Y fue la tarde y la mañana del día sexto”. El nuevo versículo nacido del proyecto parsoniano convertía a los robots en los nuevos reyes de la creación.

With Alan Parsons in Barcelona, 8-3-2000  (Time Machine)

Alan Parsons, la cara conocida del dúo, salió del anonimato después de trabajar como técnico de sonido para el álbum The Dark Side of the Moon de Pink Floyd. Suyas fueron las grabaciones de los relojes para la introducción de la canción Time y curiosamente suya fue también la idea de un viaje a través del tiempo como leitmotiv del segundo disco de APP. Su socio Woolfson desechó la misma y prefirió a Asimov, pero Parsons recuperó la temática temporal cuando publicó su tercer álbum en solitario, The Time Machine, a finales de 1999.

Centrado en la producción musical, se dejaba ayudar ahora en la composición por el guitarrista Ian Bairnson y el baterista Stuart Elliot, viejos conocidos de su antiguo proyecto, que se inspiraron en otra novela clásica de ciencia ficción: La máquina del tiempo. De la pluma de su autor, Herbert George Wells, salieron títulos tan célebres como El hombre invisible o La guerra de los mundos, siendo considerado un precursor del género junto a Jules Verne.

Otros músicos se subieron a la máquina del tiempo antes que Alan Parsons. Rick Wakeman grabó con ese título un meritorio disco de rock en 1987 y Joe Satriani viajó a su pasado cuando publicó en 1993 un recopilatorio de éxitos y temas inéditos. ¿Qué nos deparará el futuro?

Atentamente, 2015

Time machines

The Way Life’s Meant To Be (El camino que va a seguir la vida)

Me ha llevado un largo trecho poder estar hoy aquí. Te dejé hace mucho en esta avenida y ahora aquí estoy, en la tierra más extraña, sin saber qué decir o hacer. Pero mientras observo a mi alrededor a esos desconocidos de la ciudad me percato de que el único extraño soy yo. Y me pregunto: ¿Es este el camino que va a seguir la vida?

Sin embargo, solo ha pasado un día desde que fui secuestrado y me dejaron aquí, contemplando todo maravillado. ¡Ay!, el suelo que piso. Puede ser la misma vieja calle pero todo lo que yo conozco ha sido enterrado. Y cuando veo lo que le han hecho a este lugar que era mi casa solo siento vergüenza. Y, sí, me pregunto si este es el camino que va a seguir la vida.

«Demasiado tarde para llorar», dice la gente de aquí. «Demasiado tarde para tí y para mí. Has llegado muy lejos. Ahora lo sabes todo, amigo. Mira y contempla las maravillas de nuestro mundo…»

Mientras vago por este desastre de ciudad -donde la gente nunca habla en voz alta, con sus torres de marfil y sus flores de plástico- me entran deseos de volver a 1981 solo para ver tu rostro en vez de este lugar. Ahora sé lo que significas para mí. Y me pregunto si este es el camino que va a seguir la vida. Quiero saberlo ahora: ¿Es este el camino que va a seguir la vida?

(Electric Light Orchestra – Time – 1981)

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