“Dicen que las luces siempre brillan en Broadway. Dicen que siempre hay magia en el aire…” Dicen que esos elementos cautivaron a Peter Gabriel y le inspiraron en 1974 el singular relato contenido en el álbum The Lamb Lies Down on Broadway de Genesis. La banda quería grabar un disco conceptual y Gabriel convenció a sus compañeros del desarrollo de su idea por encima de otras opciones, aunque la única seriamente considerada fue la de musicar el cuento El Principito de Antoine de Saint-Exupéry, propuesta por Mike Rutherford.
Peter Gabriel sabía de la fuerza de su idea y la defendió argumentando que a mediados de los 70 no había que basar el álbum en un relato puramente fantástico sino en algo más contemporáneo, al estilo del musical West Side Story. Tras llevarse el gato al agua, consiguió también hacerse cargo de las letras (las novelas no suelen escribirse por un comité), dejando al resto del quinteto la labor de la composición musical. Rápidamente, las ideas comenzaron a fluir y pronto se dieron cuenta que tendrían material para un doble álbum. Nada hacía presagiar entonces que se trataría del último que Peter haría con ellos.
Hemos escrito un buen pedazo de historia y de música y nos gustaría tocarla completamente para vosotros esta noche. Trata sobre cómo una gran nube negra desciende hasta Times Square, se extiende a través de la Calle 42, se convierte en lana y comienza a succionar en la isla de Manhattan. Nuestro héroe, llamado Rael, se escurre por el metro de Nueva York y es absorbido por la lana, para luego recuperar la conciencia bajo tierra. Esta es la historia de Rael.
Así comenzaba Peter Gabriel su relato en directo y así lo calcó The Musical Box -la banda canadiense de tributo a Genesis- el pasado 1 de mayo en Barcelona, teletransportándonos de inmediato desde el Paralelo barcelonés a la afamada avenida neoyorquina. Previamente nos habían ambientado con un documental que datallaba la recreación del espectáculo original a partir de las fotografías, las diapositivas y el material en Super 8 que habían conseguido recuperar.
Las notas introductorias al piano por parte de Michel Cloutier vinieron acompañadas de una nube de hielo carbónico, entre la que apareció el cantante Denis Gagné caracterizado del portorriqueño Rael. La puesta en escena estaba cuidada al detalle: no solo el vestuario y el equipo de los músicos emulaba el de Genesis, sino también sus movimientos, el tono de las voces y las texturas musicales. Era como si una máquina del tiempo nos hubiera retrocedido al concierto que la mítica banda realizó en la Ciudad Condal en marzo de 1975. No faltaba la réplica del Rickembacker de doble mástil (guitarra de 12 cuerdas y bajo) que utilizó Rutherford en esa gira, aunque customizado para poder ser tocado por Sébastien Lamothe, el capitán zurdo de la banda tributo.
La batería de Marc Laflamme sonaba contundente. Sus atuendos y su peinado recordaban sobremanera a Phil Collins. Las dotes del guitarrista François Gagnon tampoco tardaron en demostrarse, justo después del impacto percusivo que representa la colisión de una mosca en el parabrisas de un coche durante la canción Fly on a Windshield. Sentado en su silla, como hacía Steve Hackett, parecía la manera natural de interpretar la guitarra eléctrica.
La primera ovación llegó con la interpretación del clásico In the Cage, aunque la concatenación de los temas no dejaba mucho tiempo para ello. Después de The Grand Parade of Lifeless Packaging, el cantante volvió a situarnos dentro del guión de la segunda cara del disco, donde el protagonista recuerda su infancia por las calles de Nueva York y revive sus primeras aventuras amorosas tras haberse leído el libro de iniciación Zonas Erógenas. Luego se encuentra abrazando a un puercoespín en un pasillo con una mullida alfombra, con miles de pequeñas personas arrastrándose obsesivamente hacia una gran puerta, a través de la cual una escalera de espiral los conduce a una sala con otras 32 puertas de las cuales tan solo una puede conducirlos fuera.
El tema Carpet Crawlers fue también muy celebrado, con el público cantando la tonada por lo bajo. Como Peter Gabriel y el resto de Genesis trabajaban por separado, hubo ocasiones en las que se necesitó componer más música para la letra escrita, como ocurrió con esta canción. Tony Banks lo recuerda así: “Mike y yo nos sentamos y desarrollamos una secuencia de acordes sencilla sobre la que Peter escribió una hermosa melodía. Esto demostró que puedes estar castigándote durante horas tratando de conseguir una canción para que luego, casi espontáneamente, puedas llegar a elaborar uno de los mejores temas del álbum”.
No hubo descanso entre el primer y el segundo disco, tan sólo la narración correspondiente a este último por parte de Denis Gagné, todavía caracterizado con los tejanos y la cazadora de cuero propios de Rael. Una mujer invidente ayuda a Rael a salir de la sala y lo conduce hasta una oscura caverna, donde lo deja esperando a que le vengan a buscar.
El tema instrumental correspondiente a este pasaje –The Waiting Room– nació de una jam de improvisación sobre la idea del miedo. Los componentes de Genesis apagaron todas las luces y empezaron a hacer ruidos. La primera vez resultó tan aterrador que llamaron a la sesión ‘la jam demoníaca’. Para Phil Collins se trató del punto culminalte del álbum: “Recuerdo que la primera vez que tocamos la canción estaba lloviendo fuera. Estábamos evolucionando el sonido de malo a bueno y tan pronto como Tony comenzó a tocar algunos acordes el sol salió, apareció un arco iris y la lluvia se detuvo. Suena muy cósmico, pero sucedió realmente”.
También se apagaron las luces en la sala BARTS de Barcelona al finalizar la interpretación de esta canción por parte de The Musical Box y, al comenzar a sonar Anyway, un foco iluminó la parte delantera del escenario, donde se encontraba recostado Denis, en un efecto visual que gustó mucho al auditorio. En el panel de la parte posterior, utilizado durante todo el concierto para proyectar diapositivas en grupos de tres (para hacer alusión a tres ilusiones dimensionales) se proyectaron imágenes de la dama de la guadaña y calaveras. La muerte es la visita que recibe Rael, pero para su asombro pasa de largo, por lo que huye por una grieta de la caverna que le conduce a la piscina de las lamias.
Un cono de tela iluminado con luz ultravioleta apareció en el escenario. Dentro cantaba Denis, que había aprovechado el pasaje instrumental de la canción anterior para cambiarse. Los dibujos de la tela representaban las lamias, seres mitológicos con cabeza y pecho de mujer pero con cola de serpiente, y la luz azulada del interior simbolizaba la piscina. El cono, estático al principio, comienzó a rotar a medida que nos adentrábamos en la canción. La aventura amorosa con las lamias finaliza con la muerte de éstas. En un momento de pasión Rael se come sus cuerpos y abandona el lugar.
Durante los fragmentos instrumentales que siguieron, el cono fue desmontado y Denis volvió a su camerino para caracterizarse una vez más. Rael escapa por la galería de entrada, pero esta vez da con la colonia de hombres viscosos. El efecto de la galería se consiguió en el escenario con un tubo a modo de globo rosado, dentro del cual reptaba Denis convertido en un hombre viscoso más. Al salir del mismo, se hinchó unos globos situados estratégicamente en la zona inguinal y se sostuvo el micrófono -a la antigua usanza- por dentro de la máscara mientras no paraba de contornearse.
Los hombres viscosos le cuentan a Rael que, antes de serlo, también habían tenido una aventura con las lamias y que la única manera de volver a la normalidad es realizándose una falectomía. Rael accede a practicársela, pero el tubito que guarda su órgano reproductor le es arrebatado por un cuervo. Tras una persecución, éste lo deja caer en un torrente. Tratando de recuperarlo, Rael encuentra en una orilla una salida para volver a Nueva York.
Sobre el escenario volvió a aparecer Denis Gagné con tejanos y cazadora para cantar The Light Dies Down on Broadway. Peter Gabriel iba muy retrasado con las letras, así que accedió a que Banks y Rutherford se encargaran de ellas en este tema. Rael olvida el tubito y se dirige hacia el tragaluz, pero en ese momento ve a su hermano John -un personaje recurrente del relato- pidiendo ayuda en los rápidos. A costa de que se cierre el tragaluz, Rael decide socorrerle, aunque acaba descubriendo que John realmente se trata de sí mismo.
La escenificación en directo del trastorno de identidad disociativo de Rael se realizó con un juego de luces que iluminaba, a cada lado del escenario y de forma alternativa, tanto al vocalista como a un maniquí con su misma indumentaria. Ambas identidades se funden en una tercera, It, título del último tema del álbum. La triple identidad del protagonista encaja tanto con la triplicidad dimensional de las diapositivas proyectadas como con el juego de fotografías que el estudio Hipgnosis realizó para la portada del disco.
No hubo explosión al final de la interpretación en directo, quizá porque en los conciertos originales falló la misma en alguna ocasión. Esperábamos que entonces los integrantes de la banda tributo se retiraran del escenario, pero tras los merecidos aplausos continuaron con el clásico que les ha prestado el nombre, The Musical Box. Denis, todo de negro, nos introdujo en el conocido relato de Peter Gabriel sobre la niña que decapita al niño con un palo de croquet que sirvió de motivo para la portada del álbum Nursery Cryme. A continuación sonaron los acordes de las tres guitarras de doce cuerdas y todos nos metimos en la historia del niño que volvía a la vida tras sonar su cajita de música, interpretada y acogida como si no hubieran pasado los años.
Cuesta poco imaginarse el impacto que debieron causar estas pequeñas representaciones teatrales en su época si a día de hoy continúan destilando frescura y originalidad. La última de ellas fue el bis de la noche, Watcher of the Skies, con Denis enfundado dentro de una sobria y oscura capa que al desplegarse dejaba ver un abanico de colores en un logrado efecto, al igual que el de la fosforescencia del contorno de los ojos al bajar la intensidad de la luz ambiental. Se trata tan solo de rock e ingenio, pero a mí me gusta.
Setlist:
The Lamb Lies Down on Broadway / Fly on a Windshield / Broadway Melody of 1974 / Cuckoo Cocoon / In the Cage / The Grand Parade of Lifeless Packaging / Back in N.Y.C. / Hairless Heart / Counting Out Time / Carpet Crawlers / The Chamber of 32 Doors / Lilywhite Lilith / The Waiting Room / Anyway / Here Comes the Supernatural Anaesthetist / The Lamia / Silent Sorrow in Empty Boats / The Colony of Slippermen ( Arrival – A Visit to the Doktor – Raven) / Ravine / The Light Dies Down on Broadway / Riding the Scree / In the Rapids / It / The Musical Box
Watcher of the Skies
THE MUSICAL BOX: The Lamb Lies Down On Broadway Tour (Barcelona, Barts 1/5/2013)
Musical Boxed 
Aunque para mi era la segunda vez que veía este espectáculo lo disfruté como si hubiera sido la primera. Por lo demás fantástica crónica, no sé qué más se puede añadir…